Se emborrachan a propósito y más rápido que sus homólogos masculinos incluso viven una vida más sedentarios que ellos, según un estudio realizado por la Universidad de Vigo. Los resultados muestran que el 56,1% de las estudiantes son consideradas bebedoras compulsivas, en comparación con el 41,3% de los varones.
Uno de los principales resultados del estudio es el alto consumo de alcohol. «La cantidad por unidad de tiempo es mayor entre las mujeres. En otras palabras, a pesar de que los estudiantes varones beben más a menudo, las mujeres lo hacen más intensamente y en períodos más cortos de tiempo, lo que se conoce como consumo excesivo de alcohol», explica a SINC José M ª Cancela Carral, co-autor del estudio publicado por la Revista de Investigación del Medio Ambiente y la Salud Pública.
Los investigadores seleccionaran 985 estudiantes al azar procedentes de titulaciones diferentes y en diferentes años en la Universidad de Vigo. De las mujeres entrevistadas, el 51,2% lleva una vida sedentaria, mientras que el porcentaje de hombres es del 41,7%.
Cuando se analiza quién mantiene un nivel adecuado de actividad física, el 38,6% de los hombres hacen ejercicio físico, en comparación con sólo el 20,9% de las mujeres. «Nos sorprendió también por el alto consumo de drogas ilegales entre los estudiantes universitarios – 44,9% de los hombres y el 30,9% de las mujeres – que entendemos podría dar lugar a importantes problemas de salud en el futuro, principalmente relacionados con el sistema nervioso», subrayó el investigador.
Actitudes anómalas a los alimentos fueron más evidentes en las mujeres (16,6%), aunque también está presente entre los hombres (8,8%). «Sin embargo, el análisis estadístico demostró que este parámetro depende del grado que el estudiante estaba estudiando», agregó Cancela. Estas actitudes eran mucho más comunes entre aquellos que estudian carreras relacionadas con la educación (19,2%) que entre los que estudian carreras relacionadas con la salud (6,3%).
Salud
Universidades españolas crearan una Red de Universidad Saludable en el 2008, un proyecto de vida saludable para las universidades de toda España, la Asociación de Rectores de las Universidades Españolas, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y algunas entidades regionales de salud pública. En opinión del investigador, en muchas universidades esta red no era más que «un primer paso simple para entrar en la lista y nada más», por lo que el contenido transversal debe aplicarse en planes de estudio relacionados con la alimentación, el ejercicio físico y los hábitos saludables. «A la luz de los resultados, los cursos de formación e información son necesarios en estas áreas, junto con el ocio saludable – no sólo las instalaciones deportivas – para configurar los servicios universitarios de orientación para un estilo de vida saludable estudiante», concluye Cancela.
La predisposición genética
Un estudio reciente publicado en la revista PNAS sostiene que el gen llamado RASGRF2 podría estar relacionado con una predisposición a emborracharse. Según los científicos, este gen regula la predisposición a beber cantidades excesivas de alcohol, ya que influye en la actividad neuronal mesolímbico de dopamina, que es una de las formas de dopamina se ha tomado de una región del cerebro a otra.
Gunter Schumann, uno de los autores principales del estudio, explicó que a pesar de que no debemos considerar dicho gen como la causa principal – ya que hay muchos factores ambientales y otros genes implicados – su estudio ayuda a explicar por qué algunas personas son más vulnerables al alcohol que otros.