Aunque la mayoría de los sobrevivientes de cáncer en los Estados Unidos están motivados para buscar información sobre la elección de alimentos y los cambios en la dieta para mejorar su salud, un nuevo estudio que compara sus patrones de alimentación con las directrices federales indica que a menudo se quedan cortos. Como primicia, fue publicado online en el «CÁNCER» – una revista revisada por expertos de la Sociedad Americana del Cáncer – los resultados que apuntan a la necesidad de intervenciones dietéticas en esta población vulnerable.
Los sobrevivientes de cáncer han elevado significativamente los riesgos de una variedad de problemas de salud y la nutrición es uno de los pocos comportamientos modificables que pueden prevenir o retrasar su aparición. Para ver qué tan bien los sobrevivientes de cáncer se adhieren a las directrices dietéticas existentes, un equipo de investigación dirigido por Fang Fang Zhang, MD, PhD, de la Escuela Friedman de Nutrición y Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts – Massachusetts, analizó las dietas de 1533 adultos que participan en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 1999 a 2010. Los investigadores analizaron cómo las dietas estarían alineadas con el asesoramiento proporcionado por las «Guías Alimentarias 2010» para los estadounidenses, que fue emitida conjuntamente por el Departamento de Agricultura y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Entre las principales conclusiones:
- Los sobrevivientes de cáncer tenían baja adhesión a las guías, con una puntuación Índice de Alimentación Saludable total de 47,2 sobre 100 en comparación con una puntuación de 48,3 en los adultos sin antecedentes de cáncer. Su adhesión fue especialmente preocupante por la pobre ingesta concerniente a verduras y granos enteros.
- En comparación con los individuos sin antecedentes de cáncer, los sobrevivientes de cáncer consumen menos calorías de fibra y más calorías vacías – las provenientes de grasas sólidas o azúcares añadidos.
- Los sobrevivientes de cáncer tenían bajas ingestas dietéticas de vitamina D (31% de la ingesta recomendada), vitamina E (47%), potasio (55%) y calcio (73%), pero el consumo elevado de grasas saturadas (112%) y de sodio (133%).
- La calidad de la dieta en los sobrevivientes de cáncer aumentó linealmente con la edad: a mayor edad, mejor calidad de la dieta.
- Los sobrevivientes con menor nivel educativo (escuela secundaria o menos) tenían significativamente peor calidad de dieta que las personas con educación superior.
- Los sobrevivientes que eran fumadores actuales tenían significativamente peor calidad de la dieta que los no fumadores o ex fumadores.
- Para los cuatro principales tipos de cáncer en los Estados Unidos (de mama, próstata, pulmón y colon y recto), los sobrevivientes de cáncer de mama tuvieron la mejor calidad de dieta, mientras que los sobrevivientes de cáncer de pulmón tenían la peor calidad de dieta.
Sabiendo qué tan bien los sobrevivientes de cáncer se adhieran a las pautas dietéticas federales, estos pueden ayudar a informar las prioridades basadas en la evidencia para mejorar la ingesta nutricional en los sobrevivientes de cáncer en los Estados Unidos. «Cambios en la dieta que incluyen más fibra, frutas y verduras y menos grasas, sodio y azúcares serían importantes para los sobrevivientes de cáncer», dijo el Dr. Zhang. «Los proveedores de atención oncológica pueden jugar un papel fundamental en el fortalecimiento de la importancia de una dieta saludable, y pueden remitir a los pacientes a los dietistas registrados que son expertos en el cuidado oncológico o a otras fuentes acreditadas con el fin de mejorar la salud general de sobrevivientes.»
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