Investigadores habían relacionado anteriormente que el uso excesivo de cannabis, se asociaba a un mayor riesgo para la psicosis – un efecto que se ha atribuido a alteraciones en la estructura del cerebro. Ahora, un nuevo estudio encuentra que el uso frecuente de la droga causa daños a una parte clave del cerebro, que ayuda a la comunicación entre los hemisferios derecho e izquierdo, independiente de la psicosis.
El investigador principal, el Dr. Paola Dazzan, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia en el Kings College de Londres en el Reino Unido, y sus colegas, publican sus hallazgos en la revista Psychological Science.
En los EE.UU., el cannabis es la droga ilegal más consumida. Skunk es una forma más potente de cannabis, típicamente más fuerte en olor y que contiene niveles más altos del principal ingrediente activo – delta-9-tetrahidrocannabinol (THC).
Los estudios han asociado cada vez más sobre el uso de cannabis skunk con un mayor riesgo de psicosis – un término usado para describir las alucinaciones y delirios que surgen en algunos trastornos mentales, como la esquizofrenia.
Para este último estudio, el Dr. Dazzan y sus colegas, investigaron cómo la droga de alta potencia afecta a la estructura del cerebro. Señalan que la obtención de una mejor comprensión de esta asociación es importante, sobre todo porque los niveles de THC en drogas como el cannabis, han ido en aumento en los últimos años, y este ingrediente en sí se ha relacionado con un mayor riesgo de psicosis.
Grandes consumidores de cannabis de alta potencia mostraron mayor daño cerebral
Para llegar a sus conclusiones, el equipo inscribió 54 personas con un primer episodio de psicosis, y 43 participantes sanos. La experiencia en el uso del Cannabis – cuestionario, se recogió toda la información sobre el uso pasado de los sujetos, para el cannabis, estimulantes y otras drogas recreativas.
Cada participante se sometió a una técnica de imagen por resonancia magnética (MRI), conocida como imágenes de tensor de difusión (DTI), que permitió a los investigadores analizar de cerca su estructura cerebral.
En concreto, el equipo evaluó el cuerpo calloso – una estructura de materia blanca que conecta los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, permitiendo la comunicación entre los dos. El equipo señala que esta región del cerebro tiene una gran cantidad de receptores cannabinoides, que apuntan THC.
Los investigadores encontraron que los participantes que tenían un historial de uso de alta potencia frecuente, demostraron mucho más alta media-difusividad (MD) en el cuerpo calloso – un marcador de daño de la sustancia blanca – que los usuarios de baja potencia y los que usan la droga ocasionalmente. Lo que es más, esta asociación se ha encontrado en los sujetos con y sin psicosis.
Al comentar sobre los resultados, el Dr. Dazzan dice:
«Hemos encontrado que el uso frecuente de alta potencia del cannabis afecta significativamente la estructura de las fibras de la sustancia blanca del cerebro, si usted tiene la psicosis o no. Esto refleja una escala creciente para el cannabis que se fuma, y cuanto mayor sea su potencia, peor será el daño cerebral producido.»
Con base en los resultados de este estudio y otros que muestran cómo el cannabis puede dañar el cerebro, el Dr. Dazzan dice que hay una «necesidad urgente» para educar a profesionales de la salud, responsables políticos y al público en general sobre los riesgos para la salud que puedan surgir con el consumo de cannabis.