Una dieta poco saludable y la falta de ejercicio puede acelerar el envejecimiento de las células senescentes, lo que lleva a una aceleración de las enfermedades y condiciones que normalmente se observan en la edad avanzada, según resultados de investigación publicados en la revista Diabetes.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la obesidad afecta al 34,9% de los adultos en los EE.UU., o 78.6 millones de personas.
La obesidad aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, que son algunas de las principales causas de muerte evitables.
El Dr. Nathan LeBrasseur, PhD, del Centro Robert y Arlene Kogod sobre Envejecimiento en la Clínica Mayo, y sus colegas, querían saber si el ejercicio podría prevenir la acumulación de células senescentes precozmente y la disfunción metabólica, causada por una dieta de comida rápida.
Ellos probaron su hipótesis en ratones.
Un grupo consumió una «dieta normal y saludable» y el otro grupo fue alimentado con una «dieta de comida rápida», que consiste en que la comida era alta en grasas saturadas y colesterol, además de bebidas endulzadas con azúcar.
Dieta de comida rápida afectó las células senescentes, pero la actividad redució el riesgo
Los ratones con la dieta de comida rápida experimentaron cambios poco saludables en el peso corporal y su composición. Su masa grasa casi se triplicó durante un período de 4 meses.
La mayor parte de la grasa fue acumulada en la sección media del cuerpo, alrededor de los órganos internos – un fenómeno que ya está asociado con una serie de enfermedades relacionadas con la obesidad.
Por otro lado, cuando los mismos ratones empezaron a ejercitarse, su salud comenzó a mejorar de manera significativa.
La mitad de los ratones, ya sea en las dietas saludables o no saludables, tenían acceso a una rueda de ejercicio.
Ambos grupos se beneficiaron del ejercicio, pero los de la dieta de comida rápida aumentaron de peso corporal, con masa grasa inferior a los que consumian comida rápida que no hacían ejercicio. También eran menos propensos a desarrollar células senescentes.
Los que comieron comida rápida y no se ejercitaron, acumularon más células senescentes, facto este que aumenta el riesgo de trastornos del corazón y la función metabólica.
Los investigadores creen que los resultados proporcionan evidencia de que la mala alimentación y falta de ejercicio puede acelerar el envejecimiento, no sólo a un nivel clínicamente observable, sino también a nivel biológico y celular.
En el siguiente video, el Dr. LeBrasseur describe el experimento y los resultados:
El Dr. LeBrasseur, quien también es el autor principal, dice: «Algunos de nosotros creemos que el envejecimiento es solamente algo que ocurre a todos nosotros, tan sólo como un destino predestinado, y para cuando cumpla los 65 años o 70 o 80, tendré la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad cardiovascular y osteoporosis».
Sin embargo, afirma que la atención a los factores modificables, como la dieta saludable y ejercicio, puede ayudar.
Señala:
«Eso no quiere decir que tenemos que ser corredores de maratón, pero tenemos que encontrar maneras de aumentar nuestros niveles de actividad habituales para mantenernos sanos y prevenir los procesos que impulsan al envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.»
Los investigadores instan a la gente a recordar que, incluso si parecen estar sanos en la mediana edad, la biología subyacente del proceso de envejecimiento está en su proceso biológico.
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