Un nuevo documento trae algo de buenas noticias para los adultos mayores que les gusta una copa de alcohol de vez en cuando. Los investigadores dicen que beber cantidades moderadas de alcohol podría reducir la fragilidad propia del avance de la edad y otras condiciones relacionadas, como la enfermedad cardiovascular.
Publicado en la revista La Edad y el Envejecimiento, el informe dice que hay una creciente evidencia de que el consumo moderado de alcohol conduce a tales beneficios al reducir la inflamación, según lo determinado por los niveles de proteína C-reactiva (CRP) – un marcador pro-inflamatorio.
Según el co-autor Dr. Luigi Ferrucci, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento – parte de los Institutos Nacionales de la Salud – y colegas, los estudios previos han sugerido que los niveles de inflamación van en aumento a medida que uno envejece, y que esto es lo que contribuye a los factores típicos de la edad – relacionado con la fragilidad y la enfermedad.
En su artículo, el Dr. Ferrucci y equipo, responden a un estudio reciente publicado en la misma revista, que investigaron cómo influye la ingesta de alcohol con la inflamación relacionado con la edad.
Ese estudio – realizado por investigadores de la Universidad de Florida Central (UCF) – evaluó el consumo de alcohol de más de 3.200 adultos de 65 años o mayores, que eran parte de la oleada del Estudio de Salud y Jubilación de 2008.
Los resultados revelaron que los adultos que consumían cantidades moderadas de alcohol tenían menores niveles de inflamación, según lo determinado por los niveles de proteína CRP, y eran menos frágiles que los que se abstuvieron de consumir alcohol o eran grandes bebedores.
Evidencia de beneficios para la salud relacionados con el alcohol
Según el Dr. Ferucci y sus colegas, esta reducción de la inflamación puede traducirse en importantes beneficios de salud para los adultos mayores.
A modo de ejemplo, los puntos del equipo a un estudio realizado por el Dr. Luc Djousse, de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, MA, y sus colegas, que encontró una relación entre el consumo moderado de alcohol y una mejor salud cardiovascular.
Para la investigación, el Dr. Djousse y equipo analizaron los datos de más de 26.000 adultos que formaban parte del Estudio de Salud de la Mujer.
En comparación con los abstemios y los gran bebedores, los que consumieron entre 5-14.9 gramos de alcohol al día – el equivalente a un vaso pequeño de vino o un botellin de cerveza – resultaron estar en mucho menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Lo que es más, el estudio identificó una reducción del 21% en los marcadores de inflamación para los bebedores moderados, en comparación con los abstemios y los bebedores habituales. En comparación con los bebedores habituales, los bebedores moderados mostraron una reducción del 13% en los marcadores de inflamación.
En su informe, el Dr. Ferrucci y sus colegas dicen que hay una creciente evidencia de que el consumo de alcohol con moderación puede beneficiar la salud en la tercera edad, mediante la reducción de la inflamación.
Sin embargo, esto no quiere decir que los adultos mayores deban pasar a consumir alcohol; el equipo dice que se justifican más investigaciones para obtener una mejor comprensión de cómo el consumo moderado de alcohol podría ser beneficioso antes de hacer cualquier recomendación de salud pública.
«Mientras existe una evidencia creciente de que el consumo regular de pequeñas cantidades de alcohol, especialmente el vino tinto, puede tener efectos beneficiosos sobre la salud, todavía hay algunas dudas de que esta asociación protectora, que se encuentra en estudio epidemiológico, sea atribuible a la abstención de alcohol de individuos que ya están enfermos.
Se necesitan estudios longitudinales para arrojar más luz sobre esta cuestión, lo que tendrá importantes implicaciones para la salud pública», concluyó el Dr. Luigi Ferrucci.