«Estoy desesperada. Llevo un año con cáncer de mama y me han dado un volante con carácter preferente y pasados 40 días no me han operado». Ésta fue una de las quejas que recibió ayer la Asociación del Defensor del Paciente. Los casos así no tienen nombre y denotan que algo falla en la Sanidad Pública. En unas autonomías más que en otras. Esta queja venía precisamente de Cataluña, donde la media de espera es considerablemente superior que en el resto de España. En concreto, mientras un paciente aguarda de media 109 días, en Cataluña tardará 190,65 días, tomando como referencia el mismo tipo de intervenciones. Es decir, prácticamente el doble que en el resto de hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS), según los datos del Ministerio de Sanidad en comparación con los de la Generalitat.
El tiempo de espera se ha disparado precisamente desde que el médico Boi Ruiz es consejero de Salud de la Generalitat. Prueba de ello es que el paciente que quiera ahora operarse en la región tendrá que esperar dos meses más que antes de media.
En concreto, el tiempo de espera se ha incrementado casi en un 51 por ciento en dos años, al pasar de 123,3 días de espera en el año 2010 a 186 en 2012. Y si el paciente tiene que someterse a una prótesis de rodilla, que tenga mucha paciencia, porque si hace tres años le hubieran dado cita para dentro de casi 4 meses, en 2012 habría tenido que esperar casi diez meses. De ahí que cobre fuerza la querella interpuesta desde la Plataforma de Afectados por los Recortes Sanitarios (PARS) indicando que el Departamento de Salud ha incumplido la legislación que regula las listas de espera, debido a las decisiones de altos cargos de la Generalitat.
Y no es la única comunidad autónoma en la que los pacientes sufren la mala gestión. Según ha podido saber este periódico, en Andalucía el tiempo de espera prácticamente duplica la media nacional y en Castilla y León los datos tampoco son precisamente óptimos.
De ahí que la espera para entrar en quirófano a principios de 2013 fuese un 6,4 por ciento superior a junio de 2012. Además, el 16,5 por ciento de los pacientes debe esperar más de seis meses para someterse a una operación, cuando en junio de 2012 era el 9,4 por ciento. En cuanto a los días de espera, los pacientes en diciembre de 2012 esperaron 24 días mas que en junio, cuando la lista de espera era de 76 días.
«Las cifras revelan que hay margen para la mejora, una mejora, que con las medidas de eficiencia que están poniendo en marcha las comunidades autónomas, se conseguirá en los próximos meses», aseguran fuentes del Ministerio de Sanidad.
Y urge, porque «la situación es muy alarmante. El tiempo de espera en Canarias y Galicia es horroroso, Andalucía no hay por donde cogerla y Cataluña es un desastre. Hay personas esperando hasta dos años para someterse a una operación quirúrgica. Un recorrido que además cuesta mucho dinero a la Sanidad Pública. Ayer (por hoy) me llegaron dos casos de Cataluña. Una mujer con un cáncer de mamá que asegura que lleva un año esperando y 40 días con un volante preferente. Nos dice que está desesperada, como para no estarlo. Y un chico que está esperando para operarse de la espalda», denuncia Carmen Flores, presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente.
¿Cómo recortarlas?
Este último caso le toca muy de cerca. En 1991 su hijo estuvo cinco años en lista de espera para someterse a una operación. «El Ministerio de Sanidad –prosigue Flores– debería imponer a las comunidades autónomas que se reduzcan sus listas de espera, y que se cumpla».
¿Cómo? «Operando por la tarde, los fines de semana y en vacaciones. Hay que recortar la lista de espera. Esto conllevará un gasto, pero al final supone un ahorro», explica la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente.
«No puede ser que pasen hasta dos años entre ir al médico de cabecera, acudir al especialista, esperar para que te hagan las pruebas, esperar para que el especialista vea tus pruebas y, cuando haya que intervenir, esperar para que te vea el anestesista. Al final, incluso hay casos en los que por tardar tanto tiempo hay que repetir las pruebas hasta tres veces. Hay incluso pacientes que por aguardar tanto tiempo llegan con metástasis. Una persona con un bulto no tiene que tener tiempos, sino que tienen que hacerle las pruebas rápidamente y en caso de no tener un diagnóstico favorable intervenir. Esto es ahorrar, lo demás no. Porque en este momento por la situación económica, por intentar ahorrar cuatro euros están gastando realmente 10 euros si hicieran los cálculos», concluye la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente. No le falta razón.
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