Así de contundente es la advertencia realizada por científicos del grupo de investigación del Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) de la Universitat Rovira i Virgili (URV) después de analizar la composición de casi 150 prendas distintas, de diferente origen, procedencia y marca, y encontrar que muchas de ellas contienen metales que en contacto con la piel pueden resultar tóxicos.
“El caso más significativo es el de la ropa de poliéster, sobre todo las camisetas de fútbol o de running, donde hemos hallado antimonio, una sustancia que en contacto continuado con la piel, día y noche, puede provocar irritaciones y alergias y ser absorbida por el organismo”, con riesgo de ocasionar problemas en el tracto gastrointestinal y en el aparato reproductor, explica el investigador Joaquim Rovira, miembro del TecnATox.
El trióxido de antimonio está clasificado como metal posiblemente cancerígeno por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC).
Según han señalado los expertos en toxicología de la URV, en algunas prendas –en especial en las camisetas deportivas– la presencia de antimonio supera los niveles legales permitidos. “El óxido de antimonio se usa como catalizador para hacer las fibras de poliéster y puede quedar impregnado en ellas y pasar a formar parte del tejido y de la ropa que te pones”, detalla Rovira.
En próximas líneas de estudio este grupo de investigadores tiene previsto focalizarse en el análisis de otras sustancias químicas presentes en la ropa y que también entran en contacto con la piel, como por ejemplo los retardantes de llama y los compuestos perfluorados. El objetivo, de nuevo, será identificar qué efecto tiene sobre la microflora de la piel la exposición continuada a estos aditivos.
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