Pacientes con diabetes están en riesgo de una amplia variedad de resultados negativos en la salud, durante la progresión de su enfermedad. Una de estas áreas de preocupación es la función del riñón. Nueva investigación espera despertar una mayor investigación sobre maneras de abordar estos trastornos con potasio en la dieta.
La diabetes es un problema creciente. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estima que hay 29.1 millones de diabéticos en Estados Unidos.
Es tan preocupante que el CDC también predice que este número se duplicará o triplicará en los próximos decenios. Si ese pronóstico es correcto, entre 1 de cada 3 y 1 de cada 5 estadounidenses podrá ser diabético hasta el año 2050.
Aunque la obesidad se sabe que es un factor importante, la búsqueda se centra en otros factores de riesgo dietéticos que pueden ser más fáciles de corregir.
El control de la dieta en la diabetes es una parte esencial del plan de tratamiento, y las dietas bajas en sodio y bajas en calorías se recomiendan más comúnmente.
La dieta estándar que los médicos aconsejan para los diabéticos es esencialmente una dieta sana y equilibrada, con un enfoque adicional en la reducción de la sal.
La diabetes tipo 2 aumenta significativamente las probabilidades de una persona padecer la enfermedad renal terminal (ESRD) y la enfermedad cardiovascular (ECV).
La hiperglucemia (exceso de glucosa en la sangre), hipertensión (presión arterial alta) y la dislipemia (exceso de lípidos en la sangre) son factores de riesgo conocidos para ambos ESRD y ECV.
En la población general, el potasio es reconocido como un medio para prevenir la hipertensión y accidente cerebrovascular. Sin embargo, sus efectos sobre ESRD y CVD no están bien investigados, especialmente dentro de una población diabética con la función cardiovascular y renal sana.
El potasio es un mineral vital que participa en el funcionamiento normal de todas las células, tejidos y órganos del cuerpo. Junto con el sodio, cloruro, calcio y magnesio, el potasio es una partícula cargada que se refiere como un electrolito.
El potasio ayuda a conducir los impulsos nerviosos, a regular el ritmo de la contracción del músculo cardíaco y su control. También juega un papel en el mantenimiento de la salud ósea y el equilibrio de líquidos.
Una de las muchas funciones de los riñones es asegurar que el potasio se mantenga en los niveles correctos. Demasiado o muy poco puede ser igualmente problemático.
Las investigaciones realizadas por el Dr. Shin-ichi Araki, en Shiga Universidad de Ciencias Médicas en Japón, esperan abrir nuevas vías de investigación sobre la relación entre el potasio en la dieta, y las consecuencias negativas para la salud en los pacientes diabéticos.
La investigación del Dr. Araki, publicada en el Clinical Journal of the American Society of Nephrology, afirma que las dietas ricas en potasio pueden ayudar a proteger la salud del corazón y el riñón en los pacientes con diabetes tipo 2.
En el estudio participaron 623 japoneses diabéticos tipo 2, ninguno de los cuales estaba actualmente usando medicamentos diuréticos o tenían antecedentes de enfermedad cardiovascular. Los pacientes fueron reclutados entre 1996 y 2003, con un período de seguimiento medio de 11 años.
Este estudio, a largo plazo, mide la excreción del potasio y el sodio a través de muestreo de orina. La cantidad de estos elementos excretados en la orina es un indicador preciso de la cantidad consumida.
Los resultados mostraron que los niveles más altos de potasio en la orina de los participantes indicaron un menor riesgo de disfunción renal y problemas cardiovasculares. La excreción de sodio, por otro lado, no mostró correlación.
Los autores están de acuerdo con las recomendaciones de limitar el consumo de energía, como es práctica habitual en los pacientes diabéticos, pero el Dr. Araki advierte de que una baja en calorías, como dieta baja en sodio también puede ser deficiente en potasio.
Él es muy consciente de las dificultades que rodean los hábitos dietéticos de un diabético:
«Para muchas personas con diabetes, la parte más difícil de un plan de tratamiento es determinar qué comer.»
El Dr. Araki cree que el aumento de potasio en los planes de dieta para la diabetes podría prevenir la enfermedad renal terminal y la ECV de desarrollar en los individuos, o al menos frenar su avance.
Estos resultados están en línea con otras investigaciones recientes que ha vinculado la ingesta de potasio en la dieta más alta con menor incidencia de la disfunción renal y las enfermedades cardiovasculares en los pacientes no diabéticos.
El Dr. Araki advierte, sin embargo, que el presente estudio no es una prueba concluyente de efectos protectores de potasio en los riñones de diabéticos. El objetivo del estudio fue estimular una mayor investigación sobre nuevas dianas para futuras recomendaciones dietéticas, y en ese sentido, el ensayo fue un éxito.
También vale la pena señalar que la hiperpotasemia – niveles elevados de potasio en la sangre – es una condición peligrosa que afecta a algunos diabéticos.
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