La industria del café desempeña un papel importante en la economía global. También tiene un impacto significativo en el medio ambiente con la producción de más de 2 millones de toneladas de subproductos del café al año. La plateada del Café (la epidermis del grano de café) se elimina por lo general durante el proceso de secado de los granos, mientras que el café molido normalmente se desecha directamente después de su consumo.
Tradicionalmente se ha asumido que estos subproductos, café molido y la plateada del café, tienen pocos usos prácticos. Los desechos del café se emplean como exfoliantes caseros para la piel o como productos de limpieza abrasivos. También se sabe que funcionan como grandes agentes de compostaje para fertilizar ciertas plantas. Pero aparte de estas aplicaciones limitadas, los subproductos del café son por lo general considerados prácticamente inútiles. Como tal, los «residuos de café en los vertederos de todo el mundo» tienen un efecto considerable sobre el medio ambiente.
Sin embargo, un equipo de investigación de la UGR que dirige José Ángel Rufián Henares se propuso determinar el grado en que estos subproductos pueden ser reciclados con fines nutricionales, con el fin de reducir la cantidad de residuos, así como en un intento de beneficiar a los productores de café, empresas de reciclaje, el sector de la salud, y los consumidores.
En un artículo publicado en la revista académica de Ciencia y Tecnología de Alimentos, los investigadores demuestran las poderosas propiedades antioxidantes y antimicrobianas de los desechos del café, estos son muy ricos en fibra y fenoles. De hecho, sus resultados indican que los efectos antioxidantes de estos posos de café son 500 veces mayores que la vitamina C y podrían emplearse para crear alimentos funcionales con beneficios significativos para la salud.
Por otra parte, el profesor Rufián Henares señala: «También contienen altos niveles de melanoidinas, que se producen durante el proceso de tostado de café y dan su color marrón. Las propiedades biológicas de estos melanoidinas podrían ser aprovechadas para una gama de aplicaciones prácticas, tales como la prevención de patógenos nocivos de crecimiento en los productos alimenticios «. Sin embargo, también añade: «Si vamos a aprovechar los efectos prebióticos beneficiosos del café subproductos, en primer lugar tenemos que quitar las melanoidinas, ya que interfieren con tales propiedades prebióticas beneficiosas.»
Los investigadores concluyen que el café procesado de subproductos podría ser reciclado como fuente de nuevos ingredientes alimentarios. Esto también disminuiría en gran medida el impacto ambiental de café descartado de los subproductos.
El Ministerio de Economía y Hacienda ha asignado recientemente un nuevo proyecto de investigación para el equipo bajo el ‘programa de Estado de I + D «, con el fin de que puedan llevar a cabo más estudios en la zona y volver a evaluar el valor potencial de los subproductos del café.