Candida albicans es parte del microbioma intestinal normal en humanos y animales, pero cuando este hongo se sale de equilibrio en el cuerpo, puede causar infección. Aunque los fármacos antimicóticos se utilizan a veces, un nuevo estudio sugiere que el aceite de coco puede ser un tratamiento muy efectivo.
El estudio – dirigido por el Prof. Carol Kumamoto, PhD, de la Universidad de Tufts en Massachusetts -, se publica por la Sociedad Americana Microbiología, en el diario mSphere.
Ella y sus colegas explican que en las personas con sistemas inmunes comprometidos – tales como los pacientes con cáncer, pacientes trasplantados, los bebés prematuros y, a veces los ancianos – C. albicans pueden dejar el intestino y entrar en el torrente sanguíneo, donde pueden causar infección mortal, que afecta a los riñones , el hígado, el bazo, los pulmones, el cerebro y las válvulas cardíacas.
Señalan que casi la mitad de los pacientes con infección por C. albicans sistémica, no sobrevive a ella.
«Las personas que padecen esta enfermedad son muy afectadas, y en general siempre están en el hospital», dice la profesora Kumamoto. «El Candida es una de las causas más comunes de infecciones del torrente sanguíneo en pacientes hospitalizados.»
Aunque la actual primera línea de defensa es utilizar medicamentos antimicóticos, los investigadores explican que pueden contribuir a la aparición de cepas resistentes a los medicamentos, por lo que los médicos son cautelosos acerca de su uso.
Estudios anteriores in vitro, han demostrado que el aceite de coco tiene propiedades antifúngicas; porque los cambios en la cantidad y el tipo de grasa pueden alterar la microbiota gastrointestinal, y para ello el equipo diseñó un experimento con diferentes dietas altas en grasa y observó su efecto en los intestinos de los ratones.
Las dietas altas en grasa proporcionadas a los ratones, contenían ya sea aceite de coco, sebo de vaca o de soja. Mientras tanto, otro grupo de ratones fue alimentado con una dieta estándar.
Todos los grupos de ratones fueron alimentados con estas dietas durante 14 días antes de que los investigadores los inoculasen con C. albicans, y continuaron en sus respectivas dietas durante 21 días más.
Los resultados mostraron que 21 días después de la inoculación, los ratones que fueron alimentados con la dieta de aceite de coco, tenían colonias de C. albicans en sus estómagos que eran significativamente menores que los ratones que fueron alimentados con la dieta de sebo de vacuno, o aceite de soja o dieta estándar.
La Profª. Kumamoto observa que «fue una caída de 10 veces en las colonias de C.albicans» en los ratones que participaron en la dieta con el aceite de coco, en comparación con los que participaron bajo otra dieta, ya sea grasa de vaca o de aceite de soja.
En otro experimento, ella y su equipo invirtieron los ratones y sus dietas – aceite de coco X grasa de vaca – y encontraron que sólo 4 días después del cambio de dieta, «la colonización cambió, así que parecía casi exactamente igual a lo que observamos en un ratón que había estado con dieta en el aceite de coco todo el tiempo «.
Al comentar más sobre sus conclusiones, la profesora Kumamoto dice:
«Hemos encontrado que la dieta puede ser una forma efectiva de reducir la cantidad de Candida en el ratón. La extensión de este hallazgo a la población humana es algo que debe abordarse en el futuro.»
Ella explica que les gustaría conocer el mecanismo detrás de cómo el aceite de coco produce estos efectos, y si estos resultados pueden ser replicados en humanos.
Si todo va según lo previsto, el equipo de investigación pondrá en marcha un ensayo clínico que incluirá lactantes hospitalizados que están en alto riesgo de candidiasis sistémica y cómo el aceite de coco puede ayudar.
Datos básicos sobre la candidiasis:
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