A lo largo de estos 24 años, 1, 123 hombres desarrollaron cáncer de próstata con 371 de los que el cáncer de próstata avanzado.
Sus resultados del estudio mostraron que los hombres que vivían en la capital, donde la leche es escasa en ese momento, eran 29 por ciento menos propensos a ser diagnosticados con cáncer de próstata avanzado. Para aquellos hombres que nacieron antes de 1920 y vivía en zonas rurales y se consume una cantidad normal de leche, el riesgo era tanto como el 64 por ciento más altos que los de la capital.
Si bien este estudio fue observacional y no muestra una causa directa entre la leche y el cáncer de próstata, otros estudios han demostrado que puede haber un vínculo. Los investigadores D. Margel y Nueva Inglaterra Fleshner de la Universidad de Toronto publicó un estudio en el BMJ abierto que une el estrógeno que se encuentra en la leche de vaca a un mayor riesgo de cáncer de próstata.
Otro estudio publicado en la edición de noviembre 2011 muestra Nutrición y Cáncer que la leche de vaca promovido el crecimiento de las células de cáncer de próstata LNCaP un 30 por ciento.
La dieta occidental es mucho más rica en leche y productos lácteos de otros países en desarrollo. Esto puede explicar por qué el riesgo de cáncer de próstata es mayor en Occidente que en otros países.
Los investigadores no creen que esto es suficiente para recomendar que los adolescentes a reducir su consumo de leche. Hay muchos beneficios de salud que proporciona la leche durante la adolescencia y estos beneficios deben sopesarse frente a los riesgos.
Más información: El consumo de leche en la vida temprana y riesgo de cáncer de próstata avanzado, Am. J. Epidemiol. (2011) doi: 10.1093/aje/kwr289
Los autores investigaron si la vida temprana de residencia en ciertas áreas de Islandia marcada por claras diferencias en la ingesta de la leche se asoció con el riesgo de cáncer de próstata en una cohorte de base poblacional de 8.894 hombres nacidos entre 1907 y 1935. A través de la vinculación con el cáncer y los registros de mortalidad, los hombres fueron seguidos para el diagnóstico de cáncer de próstata y la mortalidad por entrar en el estudio (en las ondas desde 1967 hasta 1987) hasta 2009. En el período 2002-2006, un subgrupo de 2.268 participantes informaron de su consumo de leche en la primera, a mediados de y de vida actual. Durante un período de seguimiento de 24,3 años, 1.123 hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata, incluyendo 371 con enfermedad avanzada (estadio 3 o superior, o la muerte de cáncer de próstata). En comparación con los primeros años de vida de residencia en la zona de la capital, residencia rural en los primeros 20 años de vida se asoció ligeramente con un mayor riesgo de cáncer de próstata avanzado (razón de riesgo = 1,29, intervalo de confianza del 95% (IC): 0,97, 1,73), en particular, entre los hombres nacidos antes de 1920 (razón de riesgo = 1,64, IC 95%: 1,06, 2,56). Consumo diario de leche en la adolescencia (frente a menos de día), pero no en la edad madura o en la actualidad, se asoció con un riesgo 3,2 veces mayor de cáncer de próstata avanzado (95% IC: 1,25, 8,28). Estos datos sugieren que la ingesta de leche frecuente en la adolescencia aumenta el riesgo de cáncer de próstata avanzado.