El coronavirus MERS es considerado como un nuevo agente patógeno muy peligroso: Casi 50 personas han muerto por la infección con el virus desde que fue descubierto por primera vez en 2012. Hasta la fecha, todos los casos están conectados con la península arábiga.
Científicos de la Universidad de Bonn (Alemania) y Sudáfrica han detectado un virus en las heces de un morcielago de Sudáfrica que está genéticamente más estrechamente relacionados con MERS-CoV que cualquier otro virus conocido. Los científicos por lo tanto creen que los murciélagos africanos pueden desempeñar un papel en la evolución de los virus predecesor MERS-CoV. Sus resultados se acaban de publicar en la revista «Emerging Infectious Diseases».
La infección por MERS-CoV ha sido diagnosticada en 90 pacientes hasta ahora, la mitad de los cuales han muerto. En los casos graves, los pacientes desarrollan neumonía e insuficiencia renal aguda. Todos los casos son hasta ahora conectados a través de los miembros de la familia infectados o contactos cercanos.
Una colaboración de investigadores del Instituto de Virología de la Universidad de Bonn, Alemania, la Universidad de Stellenbosch y varias otras instituciones sudafricanas han encontrado recientemente evidencias de que MERS-CoV podría provenir de los murciélagos que se producen en el sur de África. Los científicos sudafricanos, encabezados por el Prof. Wolfgang Preiser, probaron el material fecal de un total de 62 palos de 13 especies diferentes de coronavirus. En colaboración con sus colegas de Bonn, dirigido por el Dr. Jan Felix Drexler, investigaron el material genético de los virus que se encuentran.
En una muestra fecal de un murciélago de la especie Neoromicia cf. zuluensis se encontraron con un virus que es genéticamente más estrechamente relacionados con MERS-CoV que cualquier otro virus conocido. Ellos creen que MERS-CoV puede originalmente provienen de los murciélagos y puede haber llegado a la población humana a través de otros animales que actúan como huéspedes intermediarios.
Este hallazgo fue hecho en un solo murciélago individual, pero sin embargo sirve como un importante indicador. Cuando se busca el origen de MERS-CoV, África debería tenerse en cuenta, además de la península Arábiga. Este trabajo es tan importante como en busca de tratamiento, porque una vez que se conoce el origen y los modos de propagación, el riesgo para los seres humanos puede ser minimizado. Un ejemplo de la difusión de MERS-CoV podría ser la fiebre del Valle del Rift que, procedentes de África del Este, causó brotes en Arabia Saudita y Yemen en 2000.
Otros estudios de murciélagos y posibles huéspedes intermedios se necesitan con urgencia para aclarar el origen de MERS-CoV. Encontrar un virus estrechamente relacionados en un murciélago no significa que los seres humanos pueden infectarse directamente a través de la exposición a los murciélagos. No debe malinterpretarse como una indicación de un riesgo para la salud de los murciélagos y que de ninguna manera justificar su persecución, por el contrario, los murciélagos proporcionan valor a los ecosistemas en varios aspectos y deben gozar de una protección estricta. Sin embargo, es probable que los murciélagos son los huéspedes naturales del virus, y que las infecciones humanas son el resultado del contacto con otros animales como los camellos que actúan como huéspedes intermediarios. En esta etapa no es, probablemente, también la transmisión de humano a humano directo.
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