El aroma dulce y salada de protector solar y agua de mar señala un viaje de relax a la orilla. Pero los científicos están reportando que las vacaciones en la playa viene con un problema para el medio ambiente. Cuando ciertos ingredientes de los protectores solares entran en el mar, pueden llegar a ser tóxicos para algunos de los habitantes más pequeños del océano, que son el plato principal para muchos otros animales marinos. Su estudio aparece en la revista ACS Environmental Science & Technology.
Antonio Tovar-Sánchez y David Sánchez-Quiles señalan que aparte de quedarse en casa, el protector solar es actualmente la mejor manera de proteger la piel de los rayos dañinos del sol. Pero cuando los bañistas chapotean en el océano para refrescarse, algunas de sus lociones y cremas conseguen enjuagar en el agua. El problema es que las nanopartículas de dióxido de titanio y óxido de zinc, que son ingredientes comunes en los bloqueadores solares, pueden reaccionar con la luz ultravioleta del sol y formar nuevos compuestos, tales como peróxido de hidrógeno, que podrían ser tóxicos. Altas cantidades de peróxido de hidrógeno puede dañar el fitoplancton, las algas microscópicas que se alimentan de todo, desde pequeños peces a los camarones a las ballenas. Los científicos querían averiguar qué tan grave de una bañistas de impacto podría tener sobre la vida en las aguas costeras.
Para investigar el asunto, que lleguen a la playa. Fueron a la playa Palmira de la isla de Mallorca en el Mediterráneo, junto con cerca de 10.000 bañistas, una pequeña parte de los más de 200 millones de turistas que acuden a orillas del Mediterráneo cada año. Basado en pruebas de laboratorio, tomaran de muestras de agua de mar y los datos del turismo, los investigadores llegaron a la conclusión de que el dióxido de titanio de bloqueador solar fue en gran parte responsable de un pico de verano dramático en los niveles de peróxido de hidrógeno en las aguas costeras – con consecuencias potencialmente peligrosas para la vida acuática.