Emocionantes nuevos datos presentados hoy en la Conferencia Internacional del Hígado muestra el papel causal de la microbiota intestinal en el desarrollo de la diabetes y de causa no alcohólica del hígado graso (NAFLD), independiente de la obesidad.
En el estudio de 16 semanas, dos grupos de ratones libres de gérmenes recibió trasplantes de la microbiota intestinal, y un conjunto de ratones donantes que muestran síntomas de resistencia a la insulina y la esteatosis hepática (de respuesta), y el otro de los ratones normales (no respondedores). Los ratones donantes fueron seleccionados debido a su respuesta al ser alimentadas con una dieta alta en grasas.
El grupo libre de gérmenes que recibió la microbiota de ratones sintomáticos (receptores de respuesta – RR) mostraron mayores niveles de concentración de grasa en el hígado, además de ser resistentes a la insulina. El grupo libre de gérmenes que recibió la microbiota de ratones sanos (no respondedores-receptores – NRR) mantuvieron niveles normales de glucosa y la sensibilidad a la insulina.
EASL miembro del Comité Científico, el Dr. Frank Lammert dijo: «Los factores que conducen a la causa no alcohólica del hígado graso (NAFLD), son poco conocidos, pero se sabe que el hígado graso no alcohólico y la diabetes tipo 2 se caracterizan, respectivamente, por la inflamación del hígado y trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina «.
«Este estudio muestra que la microbiota diferentes provocar diferentes respuestas metabólicas en los animales. Mediante la implantación de la microbiota de ratones sanos, los autores del estudio impidió el desarrollo de la inflamación del hígado y la resistencia a la insulina, tanto las indicaciones de la enfermedad hepática y la diabetes. Por lo tanto, los trasplantes de intestino microbiota podría tener un papel terapéutico en el desarrollo de estas enfermedades. »
Los ratones también mostraron RR niveles más bajos de microorganismos que normalmente se encuentran en el intestino sano. Lachnospiraceae fue identificado como la especie más importante en el desarrollo de hígado graso y resistencia a la insulina.
En la actualidad, la microbiota intestinal se considera que constituye un «órgano microbiano»: uno que tiene un papel determinante en el metabolismo del cuerpo, así como la función inmune. Por lo tanto el trasplante tiene como objetivo restaurar la funcionalidad intestinal y restablecer un cierto estado de la flora intestinal.