La nueva evidencia genética, publicada en la revista Schizophrenia, sugiere que la condición es un «efecto secundario no deseado» de la evolución del cerebro humano.
El cerebro humano es complejo, y en su evolución igualmente compleja, la esquizofrenia puede haber surgido como ‘un efecto secundario no deseado’.
Cada vez más estudios han esclarecido los componentes genéticos de la esquizofrenia, una afección que afecta aproximadamente al 1 por ciento de la población mundial.
El mayor estudio de gemelos de esquizofrenia redujo el 79 por ciento del riesgo de la enfermedad a los genes, mientras que otro creía que las mutaciones genéticas en las células gliales del cerebro podrían ser responsables del trastorno.
Ahora, un nuevo estudio realizado por tres investigadores del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental en Parkville, Australia, encuentra cambios genéticos en un área frontal del cerebro comúnmente relacionada con rasgos de esquizofrenia, apoyando la teoría de que la condición puede ser un efecto secundario no deseado de la evolución del cerebro humano.
El profesor Brian Dean, del Centro de Salud Mental de la Universidad de Swinburne en Hawthorne, Australia, así como el Instituto Florey, es el autor correspondiente del nuevo estudio.
Expresión genética alterada encontrada en el polo frontal
El Prof. Dean y sus colegas llevaron a cabo un examen post mortem de los cerebros de 15 personas que tenían esquizofrenia y 15 que no.
Los científicos midieron los niveles de ARN mensajero (ARNm) en el polo frontal del cerebro, la corteza prefrontal dorsolateral y la corteza cingulada. Utilizando niveles de ARNm, los investigadores predijeron rutas genéticas «que se verían afectadas por los cambios en la expresión génica».
En los cerebros de las personas que habían sido diagnosticadas con esquizofrenia, los investigadores encontraron 566 casos de cambios en la expresión genética en el polo frontal del cerebro y las áreas circundantes, que son regiones que se sabe que están involucradas en los rasgos relacionados con la esquizofrenia.
Como explican los autores del estudio, «El polo frontal es fundamental para mantener la flexibilidad cognitiva que apuntala el razonamiento humano y las capacidades de planificación», que son dos funciones «que están alteradas en individuos con [esquizofrenia]».
Nueva ruta genética descubierta
El estudio también descubrió una vía genética en el llamado área de Brodmann del cerebro que comprendía interacciones entre 97 genes.
«Una mejor comprensión de los cambios en esta vía podría sugerir nuevos medicamentos para tratar el trastorno», dice el Prof. Dean. Continúa explicando los hallazgos, diciendo: «Se cree que la esquizofrenia ocurre cuando los factores ambientales desencadenan cambios en la expresión génica en el cerebro humano».
Dichos desencadenantes ambientales potenciales para los cambios epigenéticos incluyen complicaciones durante el embarazo y el parto, así como factores estresantes psicosociales, como el crecimiento en una familia disfuncional.
«Aunque esto no se entiende completamente», agrega el profesor Dean, «nuestros datos sugieren que el área frontal del cerebro se ve gravemente afectada por dichos cambios».
«Existe el argumento de que la esquizofrenia es un efecto secundario no deseado del desarrollo de un cerebro humano complejo y nuestros hallazgos parecen apoyar ese argumento».- Prof. Brian Dean
«Un hallazgo importante de este estudio», continúan los autores, «es que ningún […] gen ha alterado los niveles de expresión en las tres regiones de la corteza cerebral de sujetos con [esquizofrenia]».
Según ellos, esto significa que, en términos de expresión génica, los cambios moleculares relacionados con la esquizofrenia no son uniformes en toda la corteza.
«Estos datos también plantean la posibilidad de que los síntomas de [esquizofrenia] que se cree que son el resultado de la disfunción de diferentes regiones corticales podrían deberse a cambios en la expresión génica específica de la región cortical que se considera central para la génesis de un síntoma, » ellos dicen.