Un artículo realizado por investigadores de Boston University School of Medicine (BUSM) echa por tierra el concepto ampliamente cree que la hipertensión, o presión arterial alta, es el resultado del exceso de sal provoca un mayor volumen de sangre, ejerciendo presión sobre las arterias.
«El propósito de este trabajo es para corregir un concepto erróneo que ha prevalecido durante muchos años, a pesar de la evidencia científica ha montado en su contra», dijo Irene Gavras, quien también es médico en la práctica, la hipertensión Boston Medical Center.
«El sistema circulatorio está es un sistema vascular muy flexible con la capacidad para abrir nuevos capilares y las venas se distienden con el fin de dar cabida a un mayor volumen de líquido», dijo Irene Gavras.
A través de una revisión de numerosos estudios, los investigadores demostraron que el mecanismo de la hipertensión resultante del consumo excesivo y retención de sal estimula el sistema nervioso simpático en el cerebro para aumentar la producción de adrenalina. Aumento de la adrenalina que circula por todo el cuerpo hace que las arterias se contraigan, lo que se traduce en la resistencia al flujo sanguíneo y unaculatorio.
La excesiva activación del sistema nervioso simpático – parte del sistema nervioso autónomo, que ayuda a mantener la homeostasis del cuerpo – ha sido reconocida clínicamente como una característica de la hipertensión que acompaña a la insuficiencia renal, que es el ejemplo más típico de la presión arterial elevada de sal excesivo retención. Los diuréticos, que eliminan el exceso de sal, son ampliamente utilizados para tratar este tipo de hipertensión. Sin embargo, este estudio proporciona evidencia convincente de que el sistema nervioso simpático debe ser el foco de nuevas investigaciones sobre tratamientos para la hipertensión.
«La implicación de nuestros resultados muestran que el tratamiento óptimo de la hipertensión, para los casos relacionados con la insuficiencia renal, no sólo debe incluir diuréticos, sino también el uso de fármacos que bloquean el sistema central nervioso simpático», dijo Irene Gavras.
Proporcionada por Boston University Medical Center