Comer en exceso puede causar el envejecimiento del cerebro mientras se come menos se convierte en una molécula que ayuda al cerebro a mantenerse joven.
Este trabajo fue dirigido por Giovambattista Pani, investigador del Instituto de Patología General, Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma, dirigido por el profesor Aquiles Cittadini, en colaboración con el profesor Claudio Grassi, del Instituto de Fisiología Humana. La investigación se publica esta semana en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
«Nuestra esperanza es encontrar una manera de activar CREB1, por ejemplo a través de nuevos fármacos, por lo que para mantener el cerebro joven y sin la necesidad de una dieta estricta», dijo el Dr. Pani.
La restricción calórica significa que los animales sólo pueden comer hasta 70 por ciento de los alimentos que consumen normalmente, y es una manera conocida experimental para prolongar la vida, como se ve en muchos modelos experimentales. Por lo general, con restricción calórica ratones no se conviertan en obesos y no desarrollan diabetes, y además muestran un mayor rendimiento cognitivo y la memoria, son menos agresivos. Además, no se desarrollan, si no mucho más tarde, la enfermedad de Alzheimer y con síntomas menos graves que en los animales sobrealimentados.
Muchos estudios sugieren que la obesidad es mala para el cerebro, lo frena, la causa del envejecimiento temprano del cerebro, por lo que es susceptible a las enfermedades típicas de las personas mayores como el Alzheimer y el Parkinson. Por el contrario, la restricción calórica mantiene el cerebro joven. Sin embargo, el mecanismo molecular preciso que detrás de los efectos positivos de una dieta hipocalórica en el cerebro sigue siendo desconocido hasta ahora.
El equipo italiano descubrió que CREB1 es la molécula activada por la restricción calórica y que media los efectos beneficiosos de la dieta en el cerebro mediante la activación de otro grupo de moléculas relacionadas con la longevidad, la «sirtuinas». Este hallazgo es consistente con el hecho de que CREB1 se sabe que regulan las funciones importantes del cerebro que controlan la memoria, el aprendizaje y la ansiedad, y su actividad se reduce o comprometido por el envejecimiento fisiológico.
Por otra parte, los investigadores italianos han descubierto que la acción de CREB1 puede aumentar drásticamente por la mera reducción de la ingesta calórica, y han demostrado que CREB es absolutamente esencial para hacer funcionar la restricción calórica en el cerebro.De hecho, si los ratones carecen de CREB1 los beneficios de la restricción calórica en el cerebro (memoria mejora, etc) desaparecen. Así que los animales sin CREB1 mostrar la discapacidad mismo cerebro típico de los animales sobrealimentados y / o edad.
«Por lo tanto, nuestros hallazgos identifican por primera vez, un importante mediador de los efectos de la dieta en el cerebro», dijo el Dr. Pani. «Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para desarrollar futuras terapias para mantener el cerebro joven y prevenir la degeneración del cerebro y el proceso de envejecimiento. Además, nuestro estudio arrojan luz sobre la correlación entre las enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad y la disminución de las actividades cognitivas».
Proporcionada por la Universidad Católica de Roma