Si tienes hermanos, seguro que hubo un debate en curso acerca de quién es el favorito de mamá. Pero de acuerdo con un nuevo estudio, ganar ese título no es necesariamente una buena cosa – puede aumentar el riesgo de depresión.
El co-autor del estudio Jill Suitor, profesor de sociología en la Universidad de Purdue en West Lafayette, Indiana-EE.UU., y sus colegas, publican sus hallazgos en la revista Journal of Gerontology: Ciencias Sociales.
En el estudio participaron 725 hijos adultos de 309 familias, que formaban parte del Estudio de las Diferencias dentro de la Familia – un proyecto longitudinal que tiene como objetivo lograr una mejor comprensión de la relación entre los padres y sus hijos adultos.
Las madres, en cada familia, tenían entre 65 a 75 años en 2001, cuando comenzó el estudio, y los datos sobre la percepción de favoritismo y des-favoritismo de las madres de los niños se evaluaron con 7 años de diferencia.
En concreto, los investigadores analizaron datos sobre cuatro medidas de favoritismo y des-favoritismo: percepción de cercanía emocional con su madre, su percepción del conflicto, su percepción de orgullo de su madre, y su percepción de la decepción de los niños. El equipo también evaluó los síntomas depresivos entre los niños.
La rivalidad entre hermanos, debido al favoritismo, puede inducir a síntomas depresivos
El equipo encontró los mayores informes de síntomas depresivos por parte de los niños que creían que eran emocionalmente más cercanos a su madre que sus hermanos, y quienes sentían mayores decepciones.
Los investigadores creen que la rivalidad entre hermanos puede ser el culpable de la depresión mayor entre aquellos que creían que estaban favorecidos por su madre por la cercanía emocional, o puede deberse a una mayor sensación de responsabilidad por el cuidado emocional de las madres de mayor edad.
El equipo también analizó sus resultados por raza; explican que estudios previos han demostrado mayores niveles de cercanía entre las madres de mayor edad y los hijos mayores de edad en las familias negras. Alrededor de una cuarta parte de las familias en el estudio eran de raza negra.
«Lo que encontramos sugiere que la descendencia de la raza negra presentó particularmente mayor angustia cuando, a diferencia de sus hermanos, eran los niños en los que las madres estaban más decepcionados», dice Suitor.
Al comentar sobre el mensaje final de sus resultados, los autores dicen:
«Estos patrones sugieren que la asociación entre el bienestar psicológico y tanto el favoritismo y des-favoritismo puede explicarse por procesos que implican la comparación social en lugar de la equidad para ambos hijos adultos blancos y negros en la mediana edad».
A continuación, el equipo planea investigar si resultados similares surgen del estudio de las percepciones de favoritismo y des-favoritsmo de los niños adultos en relación a los padres varones. También quieren estudiar si pueden predecir el favoritismo entre madres e hijos adultos.