La cirugía oral y maxilofacial puede solucionar «definitivamente» la apnea obstructiva del sueño, un trastorno crónico que afecta al 5% de la población adulta, caracterizado por pausas en la respiración, lo que impide descansar y ocasiona somnolencia diurna.
Debido a la somnolencia que ocasiona, la apnea del sueño puede provocar accidentes de tráfico y laborales, además de numerosas patologías, principalmente hipertensión y trastornos cerebrovasculares, algo que se soluciona con un avance maxilomandibular.
El sobrepeso, el tabaco y el alcohol son factores de riesgo de la apnea del sueño, aunque también influyen la posición que se adopta al dormir, la forma de la cara, la maloclusión dental y la hipertrofia de las amígdalas.
El avance maxilomandibular consiste en adelantar el maxilar superior y la mandíbula con el fin de crear el espacio suficiente para el paso del aire y mejora el espacio faríngeo, lo que soluciona la apnea del sueño.
El avance bimaxilar es una técnica segura y mínimamente invasiva, ya que únicamente se practican incisiones en el interior de la boca, por lo que no deja cicatrices en la cara. Debe ser realizada por un cirujano oral y maxilofacial y, en algunos casos, como explica el presidente de SECOM, el doctor Arturo Bilbao, es necesario disminuir también algunos tejidos para favorecer el paso del aire; de esta forma, añade el especialista, se combina el avance maxilomandibular con una cirugía en la que se disminuyen parte del paladar blando y de la úvula y, en caso necesario, de la base de la lengua.
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