El cáncer es actualmente uno de los principales asesinos en todo el mundo, y el número de casos de cáncer sólo se espera que aumente. Aunque hay una serie de terapias disponibles, la mayoría de ellas son tóxicas y causan efectos secundarios graves. Una nueva investigación examina el impacto de la vitamina C natural sobre el crecimiento de células cancerosas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la segunda causa de muerte y enfermedad en el mundo, lo que representa casi 9 millones de muertes en 2015.
Se espera que el número global de nuevos casos de cáncer crezca alrededor del 70% en los próximos 20 años.
En los Estados Unidos, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) estima que casi el 40% de los hombres y mujeres estadounidenses han desarrollado cáncer en un momento de sus vidas.
Hay varias opciones de tratamiento disponibles para el cáncer, pero no siempre son eficaces. La mayoría de ellas son tóxicas, y tienden a tener una variedad de efectos secundarios.
En algunos casos más agresivos, el cáncer no responde al tratamiento, y se cree que las células del tallo, como el cáncer, son la razón por la que el cáncer vuelve y se metastatiza.
Una nueva investigación, publicada en la revista Oncotarget, examina la efectividad de tres sustancias naturales, tres fármacos experimentales y un fármaco clínico para detener el crecimiento de estas células madre de cáncer (CSCs).
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Salford, en Manchester, en el Reino Unido, y fue dirigido por la Dra. Gloria Bonuccelli.
En total, los investigadores midieron el impacto de siete sustancias: el fármaco clínico estiripentol, tres fármacos experimentales (actinonina, FK866 y 2-DG) y tres sustancias naturales (ácido cafeicofenílico (CAPE), silibinina y ácido ascórbico – vitamina C).)
La investigación se centró en los procesos bioenergéticos de CSCs, que permiten a las células vivir y multiplicarse. El estudio pretendía interrumpir el metabolismo de las CSC y, en última instancia, impedir su crecimiento.
De todas las sustancias probadas, el equipo encontró que la actinonina y FK866 fueron las más efectivas. Sin embargo, también se descubrió que los productos naturales impedían la formación de CSC, y la vitamina C era 10 veces más eficaz que el fármaco experimental 2-DG.
Además, el estudio reveló que el ácido ascórbico funciona mediante la inhibición de la glucólisis – el proceso por el cual la glucosa se descompone dentro de las mitocondrias de la célula y se convierte en energía para la proliferación de la célula.
El Dr. Michael P. Lisanti, profesor de medicina translacional en la Universidad de Salford, comenta los hallazgos:
«Hemos estado buscando cómo dirigir las células madre del cáncer con una gama de sustancias naturales incluyendo silibinina (cardo de leche) y CAPE, un derivado de la miel de abeja, pero con mucho los más emocionantes son los resultados con vitamina C. La vitamina C es barata, natural, no tóxica y fácilmente disponible para tenerlo como un arma potencial en la lucha contra el cáncer, y que sería un paso significativo».
«Esta es otra evidencia de que la vitamina C y otros compuestos no tóxicos pueden tener un papel que desempeñar en la lucha contra el cáncer», dice el autor principal del estudio.
«Nuestros resultados indican que es un agente prometedor para los ensayos clínicos, y como un complemento a las terapias más convencionales, para prevenir la recurrencia tumoral, la progresión de la enfermedad y la metástasis», añade Bonuccelli.
La vitamina C ha demostrado ser un potente, no tóxico, agente anticanceroso por el premio nobel Linus Pauling. Sin embargo, a juicio de los autores, este es el primer estudio que proporciona pruebas de que el ácido ascórbico puede dirigirse específicamente y neutralizar las CSCs.
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