Los médicos de emergencia deben esperar «un aumento de casos en lo que en la que parecen ser sobredosis de heroína,» pero en realidad son sobredosis de acetil fentanilo, un opiáceo que se mezcla con drogas callejeras comercializadas como la heroína. La inminente amenaza de otro medicamento cuasi-legal no regulado se detalla en línea en Annals of Emergency Medicine («La amenaza potencial de Acetil fentanilo: Asuntos Legales, heroína contaminada, y Acetil fentanilo ‘disfrazado’ como otros opiáceos»).
«Lo que es aterrador de esta droga de la calle emergente es que los propios usuarios pueden no ser conscientes de que están ingiriendo», dijo el autor del estudio John Stogner, Ph.D. del Departamento de Justicia Criminal y Criminología de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte, Carolina del Norte «Un paciente puede reportar consumo de heroína y tienn síntomas compatibles con sobredosis de heroína, pero un médico de urgencias puede encontrar que las dosis estándar del antídoto (naloxona) no hace su trabajo. Dosis mayores o adicionales son necesarias cuando el fentanilo acetil es el responsable.»
Acetil fentanilo es un analgésico opiáceo sin uso médico reconocido. Es cinco a 15 veces más fuerte que la heroína. Normalmente, los usuarios lo utilizan por vía intravenosa como un sustituto directo de los opiáceos o heroína de calidad farmacéutica, aunque muchos no saben que lo que están consumiendo no es heroína. Un usuario que inyecta fentanilo acetil pura puede sufrir consecuencias graves debido a su extraordinaria potencia.
Acetil fentanilo no está regulada específicamente a pesar de que califica como un análogo del fentanilo (un opiáceo médico). Por lo tanto, existe en una zona gris legal en que se considera ilícita para el consumo humano, pero si un paquete se etiqueta «no apto para el consumo humano» el producto es técnicamente legal. Una gran cantidad de Acetil fentanilo sería potencialmente inmune a la regulación siempre que este etiquetada y almacenada como un producto con fines de investigación industrial o no para consumo humano.
«Las redes de distribución de drogas inteligentes y bien informados probablemente aprovecharán el vacío legal y ganancias mediante el reemplazo o el corte de una droga altamente regulada con éste menos regulado», dijo el Dr. Stogner. «Uno de los muchos aspectos negativos de las drogas ilegales es que no se puede confiar en su distribuidor (camello) de drogas. La tendencia de los adulterantes que se está trabajando en las drogas de la calle para que sean más potentes es peligroso. El potencial significativo para la sobredosis de Acetil fentanilo requiere más investigación médica y reforma de la política «.
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