La operación de parpados es una de las cirugías que más frecuentemente se practican en España. Representa una solución duradera y con muy buenos resultados para las personas que tiene parpado caído, ya sea por efecto de los agentes externos en la delicada zona del contorno del ojo o bien porque existe una predisposición genética para ello.
Operación de parpados, la respuesta al parpado caído
Cuando se tiene parpado caído el paciente presenta unas excesivas bolsas en los ojos, en el caso del parpado inferior, y cuando la afectación atañe al parpado superior sus manifestaciones van desde un afeamiento de la zona (causado por un exceso de piel y de grasa) a un cubrimiento parcial del globo ocular (fruto de los mismos factores, junto con una mala posición del músculo paplebral en algunos casos) y esto puede redundar en defectos de visión que de no corregirse pueden resultar graves muy especialmente cuando el parpado caído se da en pacientes jóvenes.
El parpado caído sin embargo puede corregirse rápida y efectivamente mediante una operación de parpados o blefaroplastia, una intervención que consiste en retirar quirúrgicamente el exceso de piel, grasa y músculo que ocasiona molestias al paciente.
La operación de parpados granjea excelentes resultados, tanto funcionales como estéticos, y por eso es una operación a la que a menudo recurren quienes padecen de parpado caído. La intervención se lleva a cabo mediante incisiones mínimamente agresivas y que no serán apreciables una vez el paciente se recupere totalmente de la operación. Conviene saber también que es esencial la adherencia de los pacientes a las pautas postoperatorias fijadas por el médico para lograr los mejores resultados tras una blefaroplastia.
Procedimiento postoperatorio tras una blefaroplastia
Justo tras la intervención quirúrgica el doctor aplicará una pomada lubricante en el ojo, cosa que puede provocar visión borrosa en el paciente. Es algo transicional y por tanto no existe motivo para la preocupación, si bien sí conviene venir acompañado/a a la operación para solventar esta situación. Tras unas horas de reposo, el paciente podrá marcharse del centro médico para hacer un postoperatorio o recuperación domiciliaria.
Tras la operación el paciente debe abstenerse de hacer esfuerzo alguno y debe evitar tanto agacharse como es conveniente que mantenga la cabeza elevada.
Otra pauta indicada es la de aplicar frío en la zona, puesto que se producirá inflamación y el frío ayuda a controlarla. Siempre, sin embargo, debe evitarse aplicar el frío directamente sobre la piel sino que lo que procede es envolver el hielo en un paño o gasa y aplicarlo entonces sobre la zona.
En cuanto a la medicación, el cirujano prescribirá al paciente lo necesario para minimizar las molestias o dolor que puedan producirse en la fase postoperatoria de la operacion de parpados. Si el dolor persistiera, debe consultarse con el médico. Cuando se dé el alta al paciente en el centro médico, se le entregará un plan de medicación que especifica las pomadas, colirios o medicamentos que debe tomarse.
Algo esencial en cualquier postoperatorio de blefaroplastia es que el paciente se lave diariamente con agua y jabón la herida. A partir del cuarto día además el paciente deberá hacerse masajes de drenaje linfático con un antivaricoso tópico, a razón de tres masajes a la semana. Conforme se avance en el postoperatorio y la hinchazón reduzca podrán ir espaciándose más estos masajes.
La inflamación alcanza su momento álgido entre el segundo y el tercer día posteriores a la intervención, para ir decreciendo y quedar reducido a un edema (sólo visible para el paciente y el médico) a los dos o tres semanas de haber pasado por quirófano.
En las tres semanas posteriores a la intervención se recomienda evitar actividades demasiado intensas, y debe evitarse la exposición al sol durante dos meses. Después el paciente puede llevar a cabo una vida completamente normal.
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