Puede que muchas veces te preguntes el por qué parece que estés almacenando grasa, a pesar de que hagas un estricto control de tu alimentación. Pues bien, la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo puede estar influida por la exposición a los ftalatos; lo afirma la investigación publicada en Toxicología in vitro.
Los ftalatos son productos químicos que se utilizan en una gama de productos, de esmalte de uñas hasta jabón. Cuentan comúnmente en plásticos, en los que mejoran la elasticidad.
Estudios anteriores han revelado la presencia de ftalatos en los fluidos en el cuerpo humano, y hay cada vez más evidencias de que son perjudiciales para la salud humana.
La investigación ha vinculado problemas reproductivos con algunos ftalatos, a altos niveles de exposición. Sin embargo, el impacto de la exposición a bajos niveles de butil ftalato de bencilo (BBP) no se ha estudiado completamente.
Los investigadores, dirigidos por Lei Yin, asistente de investigación científica de la Universidad de Georgia (UGA) Departamento de Ciencias de Salud Ambiental y Pública, creen que los ftalatos pueden contribuir al desarrollo de diversas afecciones y enfermedades.
Con esto en mente, querían averiguar si el BBP afecta la forma en la grasa se acumula en las células.
BBP y BPA (ambos) fomentan la acumulación de grasa en ratones
A través del uso de células de ratón, los investigadores crearon modelos in vitro que les permitió analizar cómo la exposición al BBP afecta la acumulación de aceites y grasas dentro de las células.
Para cuantificar el lípido o grasa, y su acumulación, el equipo utilizó una técnica de manchado de células, por lo que fue posible examinarlas visualmente bajo un microscopio.
También utilizaron una técnica conocida como análisis de alto contenido Cellomics, un método de cribado que involucra algoritmos de procesamiento de imágenes y de aprendizaje automático por ordenador. Este método puede medir varios parámetros de forma rápida y objetiva – explicó Yin.
El equipo comparó los efectos de BBP con los de bisfenol A (BPA), un disruptor endocrino ambiental conocido por impactar en el desarrollo de las células de grasa.
Los resultados mostraron que la exposición a BBP y BPA – ambos – produce una reacción similar en las células.
Tanto el BBP como el BBA han causado que las gotas de lípidos se acumulen. Sin embargo, cuando las células se trataron con BBP, las gotitas de grasa eran más grandes, lo que implica que la exposición BBP podría contribuir a la obesidad.
El Co-autor Xiaozhong Yu, profesor asistente de ciencias de la salud ambiental, dice:
«La obesidad es uno de los grandes problemas en los seres humanos ahora, y, por supuesto, componentes genéticos pueden contribuir al desarrollo de la obesidad. Sin embargo, la exposición del medio ambiente también puede contribuir a la obesidad.»
Yin especula que con el tiempo, una dosis muy baja de algunos productos químicos podría ser perjudicial.
Si bien no podemos asumir que las células humanas reaccionarían de la misma manera como los ratones, los resultados indican una posible relación entre la exposición al BBP y la obesidad, que podría aplicarse a los seres humanos.
Yin espera para investigar más a fondo cómo otros productos químicos ambientales pueden afectar la obesidad. También le gustaría explorar si determinados productos químicos, a base de plantas, podrían contrarrestar los efectos negativos de las sustancias más nocivas.