Uno de los retos de la medicina moderna es saber si y cuando un paciente de cáncer puede recaer. Un nuevo estudio muestra que meses antes de que los tumores sean visibles en exploraciones, un análisis de sangre puede recoger valiosas señales de retorno de un cáncer.
El estudio, realizado por investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer (ICR) y el Royal Marsden NHS Foundation Trust – en el Reino Unido – es un paso importante para cambiar la forma de cáncer se monitoriza en la clínica e informar las decisiones de tratamiento.
La clave para la identificación de un retorno de las células cancerosas es mirar circulantes de ADN tumoral presentes en la sangre. Estas son las células cancerosas remanentes que puedan sembrar nuevos tumores incluso después del tratamiento.
Mediante el control de pacientes con pruebas de sangre tomadas después de la cirugía, dice el estudio, y luego cada 6 meses en el seguimiento, los investigadores fueron capaces de predecir con mucha precisión que experimentarían una recaída.
El estudio incluyó a 55 mujeres que habían sido tratadas con éxito para el cáncer de mama en etapa temprana.
Se encontró a los que dio positivo para la circulación de ADN tumoral tenian 12 veces mayor riesgo de recaída en comparación con los negativos. Además, la prueba de sangre fue capaz de detectar la recurrencia del cáncer un promedio de 7,9 meses antes de cualquier signo visible.
«Ellos están buscando maneras de detectar el ADN que ha sido derramada por las células tumorales en el torrente sanguíneo y nosotros podemos utilizar este ADN como una forma de monitoreo si el cáncer está por regresar, cómo está cambiando, la forma en que se está desarrollando en el cuerpo y luego podríamos usarlo para controlar el cáncer cuando ha vuelto sin tener que efectuar exploraciones o biopsias».
«Todavía hay desafíos en la implementación de esta tecnología pero la información que se ofrece podría hacer una diferencia real para los pacientes con cáncer de mama», agregó el Dr. Nicholas Turner, jefe de equipo en oncología molecular en la ICR y consultor médico oncólogo en La Royal Marsden.
Los hallazgos podrían aplicarse a todos los subtipos de cáncer de mama
Debido a que los investigadores estaban buscando mutaciones comunes a varios tipos de cáncer de mama, encontraron que la prueba podría ser aplicado a todos los subtipos de la enfermedad.
«Esta prueba podría ayudar a mantenernos un paso por delante del cáncer mediante el control de la forma en que está cambiando y escoger los tratamientos que se aprovechan de la debilidad del tumor», dice el profesor Paul Workman, presidente ejecutivo de ICR.
El potencial de esta nueva prueba, Arney dijo a la BBC Radio, es «separar esas mutaciones que están impulsando el cáncer de todo el otro caos genético que está pasando allí, mirando cómo podemos orientar estas faltas de genes particulares en esta persona en particular y esos son los mismos genes defectuosos que están impulsando su recaída cuando el cáncer regresa».