Por primera vez, los investigadores han identificado una relación entre el Síndrome de Ovario Poliquístico – SOP – materno, y el aumento del riesgo de autismo para la descendencia.
El investigador principal, Kyriaki Kosidou, del Departamento de Ciencias de Salud Pública en el Instituto Karolinska, en Suecia, y colegas, publican sus hallazgos en la revista Molecular Psychiatry.
El Autismo – una discapacidad que se caracteriza por afectar el desarrollo social, la comunicación y problemas de comportamiento – afectando actualmente a alrededor de 1 en 68 niños en los EE.UU., cifra esta que fue superada a la del año 2000 en que eran de 1 a cada 150 niños.
Aunque las causas exactas del autismo no están claras, los estudios anteriores han sugerido que la exposición de un niño a las hormonas sexuales específicas, conocidas como andrógenos, en la vida temprana, puede influir en el desarrollo de la condición.
A pesar de los hombres y las mujeres produciren andrógenos – como la testosterona y androstenediona – las hormonas se refieren a menudo como «hormonas masculinas», ya que juegan un papel clave en los rasgos masculinos y los hombres suelen producir niveles mucho más altos. Estas hormonas también contribuyen al desarrollo del cerebro.
La producción de andrógenos aumenta entre las mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) – una condición que afecta el funcionamiento de los ovarios. Con esto en mente, Kosidou y sus colegas se propusieron investigar si un diagnóstico SOP, durante el embarazo, podría influir en el desarrollo del autismo en los hijos.
Para llegar a sus conclusiones, el equipo utilizó las bases de datos de salud y registro de la población de Suecia, para recoger información sobre todos los niños de 4-17 años, nacidos en Suecia entre 1984 a 2007.
Los investigadores identificaron a 24.000 niños con autismo, y los compararon con 200.000 niños sin la enfermedad.
En comparación con los niños nacidos de madres sin SOP, los nacidos de madres diagnosticadas con la enfermedad, durante el embarazo, resultaron tener 59% de mayor riesgo a desarrollar el autismo.
El riesgo de autismo fue aún mayor para los niños nacidos de madres que tenían el síndrome de ovario poliquístico y eran obesas; estas mujeres tienden a tener niveles significativamente altos de andrógenos, según el equipo.
Mientras que el autismo es mucho más común entre los varones que en las niñas, el equipo dice que identificaron diferencias de sexo en el riesgo de autismo, entre los niños nacidos de madres con SOP.
Los investigadores no pudieron identificar las razones exactas de sus hallazgos, pero la hipótesis de que la asociación entre el síndrome de ovario poliquístico materno y un mayor riesgo de autismo, puede ser impulsado por el aumento de los niveles de andrógenos.
También es posible que el autismo y el síndrome de ovario poliquístico hayan compartido los factores genéticos, según el equipo, y la asociación también pueden ser el resultado de otros problemas metabólicos, que surgen entre las mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
Los investigadores dicen que se necesitan más estudios para replicar sus resultados y determinar los mecanismos subyacentes.
Hasta entonces, el investigador principal del estudio, Renee Gardner, también del Departamento de Ciencias de Salud Pública en el Karolinska, dice que es demasiado pronto para hacer recomendaciones clínicas para las mujeres embarazadas con síndrome de ovario poliquístico, «a pesar de una mayor conciencia de que esta relación podría facilitar la detección temprana de los TEA en niños cuyas madres han sido diagnosticadas con el síndrome de ovario poliquístico».
Datos básicos sobre el autismo:
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