Los resultados publicados en Nature Communications, nos permite considerar posibles estrategias terapéuticas para restaurar la inervación sensorial de la cóclea, un órgano esencial para la audición.
El análisis de los ratones para que una o la otra de estas dos proteínas se ha vuelto inoperante muestra defectos importantes inervación que conducen a una capacidad de audición totalmente interrumpido. Los investigadores también han identificado cascadas intracelulares que conducen a esta inervación defectuosa y la participación de las proteínas como ephexin, cofilina y tipo II quinasa cadena ligera de la miosina.
«Así, por primera vez, hemos identificado a los actores moleculares en el refinamiento de la inervación cocleares, necesarios para una audición óptima», afirma Brigitte Malgrang. La parte auditiva del oído interno – la cóclea – es un organismo muy complejo en el que se encuentra el órgano de Corti, compuesto principalmente de células sensoriales conectadas a las neuronas del ganglio espiral, estas neuronas que constituyen la primera estación de retransmisión para la transmisión de sonido en el sistema nervioso central.
Por influencia de numerosas señales moleculares – sobre el que más se conoce después de los resultados obtenidos por GIGA-Neurociencias Unidad ULg – el desarrollo del sistema auditivo dentro de los vertebrados comienza por la formación de la vesícula óptica, que dará a luz a las células sensoriales y las neuronas del ganglio espiral.
Para la audición funcional de las fibras de las neuronas auditivas del ganglio espiral debe estar conectada de manera muy precisa a las células sensoriales.
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